martes, 16 de noviembre de 2010

Sonetos de amor (Willian Shakespeare)


SONETO 5

Las horas que forjaron con su gentil trabajo
ese bello semblante, imán de las miradas,
afearán un día tus adorables rasgos
mostrándose contigo celosas y tiranas.

No se detiene el tiempo y el calido verano
hasta el invierno inhóspito arrastra y aniquila:
la savia se congela y se deshoja el árbol,
la nieve cubre el campo y extingue toda vida.

Si no quedase presa en muros de cristal
la esencia que destila el verano en la flor,
con ella la belleza tendría su final
sin dejar un recuerdo de todo su esplendor.

Por eso,aunque el invierno amrchite su corola,
en un precioso pomo nos quedará su aroma








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